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martes, 10 de noviembre de 2015

Las libertades públicas

Diaz (2011) Hace referencia a cómo eran de las libertades públicas durante el gobierno de Gómez.

Las libertades públicas
En cuanto a las libertades públicas, el gobierno se divide en 2 etapas separadas por el conflicto político del año 1913 referente a la reelección. De 1908 a 1913, Venezuela gozó de un régimen de libertades y respeto a los derechos ciudadanos como en escasas ocasiones anteriores vivió el país. La libertad de prensa era absoluta, los periódicos de oposición criticaban los actos del Gobierno y los ministros respondían a las críticas y trataban de justificar sus actos. Se fundaron organizaciones con el propósito de convertirlas en partidos políticos y los dirigentes del liberalismo amarillo y del nacionalismo «mochista» trataron de reconstruir sus cuadros, mientras el presidente Gómez se paseaba por la plaza Bolívar de Caracas. Pero, a partir de 1913, a raíz de la prisión de Rafael Arévalo González, de la huida de Félix Montes y de la disolución del Consejo de Gobierno, se instauró en el país un régimen de represión política que se mantuvo hasta finales de 1935. La censura de noticias y comentarios sobre la vida política y administrativa fue total. Las cárceles y los castillos de Puerto Cabello y del lago de Maracaibo mantuvieron una creciente población de presos políticos que permanecieron largos años en un verdadero secuestro, sin posibilidades de defensa ni de contacto con sus familias; miles de venezolanos se marcharon al destierro y centenares de presos políticos fueron enviados a trabajar en las carreteras. Esta situación de cárceles y persecuciones tuvo un paréntesis en los años 1924 y 1927, cuando Francisco Baptista Galindo, desde la Secretaría general de la Presidencia, desarrolló una política de humanización que logró la salida de Eustoquio Gómez del Táchira, el retorno de 20.000 tachirenses exiliados en Colombia, el regreso de numerosos desterrados, la libertad de los presos políticos y la clausura de la cárcel de La Rotunda, en Caracas. Fallecido en 1927 Baptista Galindo, el régimen volvió a sus tradicionales características represivas. El gobierno de Gómez tuvo que enfrentarse a numerosos brotes revolucionarios, intentonas guerrilleras, con las repetidas invasiones de los generales Juan Pablo Peñaloza y Emilio Arévalo Cedeño, los alzamientos de Ángel Lanza, Horacio Ducharne y Norberto Borges, los desembarcos de Rafael Simón Urbina, la toma de Curazao y la invasión a La Vela de Coro de Rafael Simón Urbina y Gustavo Machado, la rebelión de José Rafael Gabaldón en tierras de Portuguesa y la expedición revolucionaria de los generales Román Delgado Chalbaud y Pedro Elías Aristeguieta en agosto de 1929, que desembarcó en las costas de Cumaná y fue la única empresa revolucionaria que a lo largo de esos 27 años, contó con suficientes recursos y con la colaboración de un grupo numeroso de importantes jefes revolucionarios. El presidente Gómez no utilizaba las tropas del Ejército nacional para combatir estas invasiones, sino que recurría a tropas colecticias, gente campesina en su mayoría, que estaban bajo el mando de oficiales de la época de la restauración (pág. 77).

Referencias:


Diaz, D. (2005). Historia de Venezuela: Juan Vicente Gómez el dictador del siglo XX. Caracas, Venezuela: Ekaré


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